Tras una imperdible visita al museo del hospicio y a la vieja perrera, nos encaminamos hacia la frontera. Desde aquà nos espera un camino de herradura panorámico que baja gradualmente hacia el valle. Se atraviesan preciosos pueblos, y la etapa termina en Echevennoz, donde hay un albergue.
Puntos de descanso en todos los centros habitados: fuentes muy concurridas.