El primer centro habitado que encontramos es Buonconvento. Entramos en los escenarios de ensueño de Val d’Orcia a lo largo de un recorrido por carreteras blancas que nos lleva a Torrenieri. Desde aquí se alcanza San Quirico, que nos acoge con su espléndida colegiata.
Solo hay puntos de descanso y agua en los centros habitados de Buonconvento y Torrenieri.