Avanzamos por los caminos de ensueño de Val d’Orcia, y la primera perla del día es Vignoni Alto, un pueblo que escapa al tiempo y que anuncia Bagno Vignoni con su extraordinaria piscina termal en la plaza.
Antes y después del hospital de Le Briccole hay que prestar atención a los vados, tres consecutivos; el primero puede ser complicado en caso de fuertes lluvias.
Lo mismo en el caso del vado del torrente Formone, cerca del cruce hacia Radicofani, y que se puede evitar subiendo por la carretera provincial para después retomar el recorrido tras el puente. La subida hacia Radicofani es muy dura, pero la preciosa vista que nos regala el camino compensa.
Agua y puntos de descanso en Bagno Vignoni y Gallina (hay un bar a 500 m. del trazado, en la Vía Cassia)